En situaciones de confinamiento como las que estamos viviendo, se producen una serie de alteraciones en la vida de las personas, que nos afecta directamente al sueño.
TIPO DE ALTERACIONES
Sobretodo son dificultades para empezar a dormir y aumento de los ensueños, que son en forma de pesadillas.
También las personas que ya dormían mal, aumentan sus problemas.
CAUSA
La incertidumbre sanitaria y económica que provoca la situación que estamos viviendo, nos produce ansiedad. Esta ansiedad es la causante de la dificultad para iniciar el sueño y de las pesadillas.
La incertidumbre viene reforzada por la multitud de información que nos llega durante todo el día. Los medios de comunicación expanden opiniones de todos los tipos, algunas muy adecuadas y otras solo opiniones personales que intoxican a nuestras mentes.
¿QUE PODEMOS HACER?
Llevando a cabo dos acciones:
· Instaurar rutinas estrictas
· Dieta informativa
· RUTINAS ESTRICTAS.
Pensar que somos niños y vamos a la escuela.
Para ir a la escuela hay que acostarse y levantarse a una misma hora, cada día igual y cuando llegamos a la escuela tenemos unas rutinas fijas (mates a las 10, lengua a las 11…etc.). Es decir, sabemos en cada momento lo que tenemos que hacer.
Ahora, en esta situación que vivimos, debemos hacer igual.
1. Acostarse entre 23 y 0h para levantarse entre 7 y 8 de la mañana. Hay que aprovechar para cumplir las necesidades de sueño (de los adultos hasta los 65 años) que deben ser 8 horas. Es el momento ideal para no ir cortos de sueño.
2. Después de la higiene personal, desayunar a la misma hora. Indispensable en un lugar donde nos toque el sol. (esto es importante porque la luz azul del sol suprime la fabricación de Melatonina, que es la sustancia que nos da somnolencia. Si estamos en un ambiente oscuro, persistirá la Melatonina en nuestra sangre y estaremos mas somnolientos, tristes e inactivos.
3. Ejercicio físico. Adecuado a nuestra edad. Si es intenso, hacerlo antes del punto 2, para poder realizar la higiene personal después del ejercicio.
4. Establecer horarios para todo: trabajo telemático o físico antes del almuerzo. Después del almuerzo, pequeña siesta de nunca mas de 20 minutos. Establecer rutinas de ocio por la tarde, pero siempre marcadas con un tiempo especifico. Ver series, escuchar música, leer, es totalmente adecuado, pero siempre poniendo unos limites de tiempo.
5. Cena entre 20.30 y 21. Después de cenar dejar de utilizar dispositivos móviles (pantallas). La luz que producen bloquea la fabricación de melatonina y nos provoca mas insomnio.
Estas serian las normas OPTIMAS. Después cada uno debe adaptarlas a sus necesidades, familiares y laborables.
· DIETA INFORMATIVA
El bombardeo de información es constante durante todo el día. Esto sucede desde el inicio de la enfermedad y persistirá todo el tiempo que dure.
La información nos llega por todos los medios (televisión, radio y prensa escrita). Es una mezcla de conceptos y recomendaciones científicas ligadas a la enfermedad y regulaciones y disposiciones políticas para paliar sus efectos.
Algunas de estas recomendaciones son serias y fiables. Otras, no dejan de ser opiniones sin base científica, alarmistas o inquietantes. Sobretodo la de algunos políticos (de todos los colores) hasta los “opinadores de tertulias” que saben de todo.
El denominador común es el desconocimiento real de la situación. La evolución de la pandemia es muy distinta según los países y depende de muchos factores. En nuestro país, desgraciadamente, la repercusión medica es importante y la económica lo será mas.
Pero el estar pendiente TODO EL DIA de estas informaciones (todas) es totalmente perjudicial para nuestra salud. Nos llena de incertidumbre y esta nos provoca ansiedad. Por lo tanto, la recomendación básica consiste en la:
DIETA INFORMATIVA. Consiste en informarse UNA SOLA VEZ AL DIA, preferentemente por la mañana, con el medio de comunicación que nos parezca mas fiable. Esto es totalmente personal y respetable. Nunca antes de acostarnos o después de cenar. Con escuchar las noticias una sola vez al día tenemos suficiente para estar perfectamente informados. Así evitaremos angustiarnos innecesariamente.
El resto del día es preferible que lleguen a nuestro cerebro otros tipos de estímulos. Música, lectura, películas (preferiblemente de humor o comedias), pero sobre todo que nos distraigan del acumulo de información sobre la COVID 19.